«En este viaje de la vida al final te das cuenta que lo único que te cabe en la maleta son tus emociones y experiencias» Alejandro Cuellar en el curso de Business Coaching

Una persona murió y subió al cielo donde se le apreció Dios con una maleta y le dijo que le siguiera.

La persona le preguntó que llevaba en la maleta y Dios le contestó que sus pertenencias. La persona se quedo mirando extrañado como una maleta tan pequeña podía tener sus pertenencias y le preguntó a Dios:

  ¿Con todas mis posesiones?. Dios le contestó: -Nunca fueron tuyas, eran de la tierra-

  ¿Son mis hijos, cónyuge y amigos? -Nunca fueron tuyos, no son posesiones- le respondió Dios.

  ¿Son mis vivencias? Dios miró a la persona y le dijo -Nunca fueron tuyas, son de la vida-

  ¿Son mis deseos y mis metas? -No eran tuyos, eran solo sueños-

Entonces la persona se sentó y le preguntó –¿Entonces qué es? –Dios abrió la maleta y en su interior no había nada.

La persona triste y con lagrimas en los ojos miró a Dios suplicándole una respuesta y Dios le contestó,Aquí está todo lo que trae tu alma, nada, perdiste toda tu vida soñando y acumulando cosas y personas que realmente nunca tuviste y dejando de lado lo que realmente podía llenar esta maleta, tus emociones y tus experiencias. Naciste con un propósito y era llenar tu maleta, tu alma, y regresas vacío.

El hombre miró a Dios y le pidió que le diera otra oportunidad y recibió esta respuesta.

«Te he dado miles de oportunidades y siempre esperaste a tener tiempo, a tener dinero, a tener un espacio y nunca actuaste para crear nada. Tu tiempo se acabó y ya no hay más oportunidades»

 

Esta historia refleja uno de los grandes desafíos del Coaching, la toma de acción.

 

Cargamos durante nuestra vida con una maleta llena de emociones, deseos y esperanzas y poco a poco con cada deseo no conseguido, vamos descargando la maleta. Vamos dejando atrás nuestras ilusiones, esperanzas y anhelos.

Nuestra maleta emocional al mismo tiempo que se vacía de todo lo que tiene que ver con nuestro propósito de vida se llena de miedos, inseguridades, baja autoestima, desconfianza inseguridad, etc.

Podría decirte una de las más grandes y maravillosas experiencias que tengo en mis consultas de Coaching o en mis clases, es cuando veo que mis clientes y alumnos descargan sus maletas.

Una parte del Coaching trabaja vaciando peso de esa maleta emocional y volviéndola a llenar con la misión y propósito que cada uno de nosotros tiene.

Y como Coach, solo puedo conocer mi maleta aunque puedo acompañar a mi cliente a que él conozca la suya.

Estoy muy orgulloso de mis clientes y de la inmensa cantidad de alumnos que hoy en día han llenado su maleta emocional y están ayudando a otros, a través del Coaching, a volver a tener una visión de propósito de vida.

Estoy orgulloso de todos y de cada uno de estos alumnos que están viajando por el mundo impartiendo conferencias, talleres, cursos y que un día, en Mens Venilia durante su aprendizaje como coaches, supieron y decidieron vaciar su maleta de todo el peso inútil.

Estoy agradecido a todos ellos porque de esa manera yo puedo llenar mi maleta y mi alma.

Te espero para poder compartir Coaching y la Maleta Emocional.

¡Gracias!

Alejandro Cuellar

MASTER COACH INTERNACIONAL