Ser un buen Coach no es para nada difícil, simplemente es aprender a aplicar las bases y la esencia del coaching, que en muchos de los casos es allí donde la gran mayoría de personas que se entrenan en coaching encuentran la dificultad, no porque sea complicado, sino por el hecho de desaprender modelos que no son coaching y adaptarse a la forma y método de trabajo de un Coach.

En nuestra formación enseñamos a que el Coach únicamente acompaña a su cliente, no es su función ser un Gerente o Consultor que le dice qué es lo que tienen que hacer, y cómo lo tiene que hacer.

A muchas personas les encanta ser consejeros, decirle a los demás cómo deberían vivir sus vidas, y señalarles sus errores para que cambien lo que están haciendo.

El Coach es diferente, a través de las preguntas, logra que su cliente encuentre sus propias repuestas, que defina claramente qué es lo que quiere de su vida, profesión o empresa.

El Coach que logra quitarse sus ideas, para escuchar a su cliente, entenderlo y acompañarlo en el camino que él decida recorrer, es el Coach que verdaderamente ayudará a que la persona evolucione, encuentre sus recursos y dependa de si mismo para ser Exitoso.

Hacer Coaching es sencillo, si se aprende bien, se aplica desde su esencia y no contaminamos al cliente con nuestras ideas de lo que podríamos considerar es lo mejor para él.